El propio edificio, la vieja estación de Delicias (la primera estación monumental madrileña), ya es una maravilla en sí mismo, y alberga en su interior una gran colección de trenes reales que resumen la historia de este medio de locomoción en España. Hay trenes de vapor, diesel, eléctricos... de distintos modelos y épocas. Es una pena que no se pudiera entrar en los que normalmente están abiertos, pero es comprensible por el tema del Covid-19. También estaba cerrada la sala de maquetas, pero por lo demás podías acceder a otras salas donde había mapas, objetos relacionados con los trenes y con las estaciones, la gestión del tráfico ferroviario...
La verdad es que el Museo del Ferrocarril da para mucho y pasamos dentro un buen rato por muy poco dinero. Además, es muy interesante cómo ha cambiado todo y el funcionamiento y avances que han experimentado los trenes. Así que es otro de esos museos madrileños que recomiendo sin dudar.
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¡Hola! He ido varias veces, la primera de ellas cuando estaba en el colegio. Las últimas veces que lo he visitado ha sido cuando han hecho el mercado de motores y la verdad es que me encanta darme una vuelta por allí. Me alegro de que lo hayas disfrutado.
ResponderEliminar¡Nos leemos!