En Abril, la Dirección General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid organizó este programa para difundir el proceso de restauración de la Puerta de Alcalá. Aunque solo fuera por las vistas, ya me habría parecido interesante (oportunidad única, porque es piedra maciza y solo puedes subir cuando hay andamio), pero es verdad que también tiene su encanto ver los detalles de los monumentos de cerca, así que estuve pendiente para conectarme justo a la hora a la que se abría la inscripción y tuve la suerte de conseguir una plaza.
Nada más empezar, te dan un casco y un auricular para escuchar mejor. La idea inicial era una charla al principio y luego subir, pero la situación de calor extremo hizo que decidieran que subiéramos primero y nos dieran la charla después.
La idea es acercar a los ciudadanos a los criterios y metodologías de trabajo empleados para la restauración, así que lo principal no era solo hablarnos de las esculturas y su simbología, sino también de qué estábamos viendo en términos de restauración (tanto la herencia de algunas chapuzas previas como lo que ya se había avanzado), además de enseñarnos cómo estaba antes y cómo se estaba abordando el arreglo, que no es algo puntual, sino de toda la Puerta de Alcalá.
Nuestra guía se explicaba muy bien y, además, aprendí un montón, sin que me quedaran flecos sueltos (quizás habría estado bien poder haber visto las esculturas del otro lado desde el frente, pero imagino que los caminos abiertos van en función de los trabajos), así que quedé muy satisfecha.
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