Me fui un poco pronto porque tenía algunos libros que quería firmados. Entonces vi la cola de Megan Maxwell y pensé... "paso". Vi la cola de María Dueñas y pensé... "paso". Y vi la cola de Anna Laura Cantone y pensé... "esta es razonable".
No había caído en que las colas de ilustración son más lentas... y que los papás comprarían media obra para tenerlos firmados con dibujo personalizado. Para colmo de males, delante de mí había un niño maleducado que se pasó, literalmente, cuarenta y cinco minutos berreando que quería un helado y que quería irse. La madre, una pasota de mierda, claro, ni siquiera le regañó cuando hizo malabares encima de una bici tumbada ni cuando, al caerse de la puñetera bici, me tiró de la coleta para agarrarse a algo. A algunas personas se les tendría que prohibir tener hijos... El caso es que después de casi una hora de soberana paciencia, conteniéndome para no dar de leches a la muy imbécil, conseguí la firma de Anna Laura en mi ejemplar de El pequeño gorila que quería crecer (lo corregí y colaboré en la edición cuando trabajé en Jaguar, así que le tengo cariño) y me pude ir al picnic literario.
|
Y no estábamos todos. Foto robada a Encarni Arcoya
|
Habíamos quedado en la puerta de Ibiza, pero la mayoría de la gente se había ido directamente tras las casetas donde íbamos a comer. Estuve charlando un rato con varias personas y luego nos acoplamos en el césped para almorzar. Se me había olvidado el postre, pero por suerte algunas personas caritativas habían traído deliciosos dulces caseros ^^.
Acabó la comida pero siguió la charla y yo aproveché para que José de la Rosa me firmara
Gigoló. Al rato empezó la parte en la que a los escritores
nos tocó hablar en público sobre nuestras obras y luego llegó el sorteo. Me tocó un montoncito de marcapáginas, no libro o cartel con las firmas de todos los autores (qué pena) y luego, tras comprarle
El baile del cazador a Jessica Lozano, me fui a la caza de firmas.
Eran las seis y hasta las siete no empezaba la de Isabel Keats (para el que no conozca mi anécdota del RA para conseguir su firma, aquí está una
crónica y en las anteriores), así que me resigné a esperar la cola de Megan Maxwell para hacer tiempo (por suerte, estaba en buena compañía), que me firmó
Sígueme la corriente (recibí un llaverito, marcapáginas y tatuaje no permanente por la espera). Durante la firma vi a María Dueñas y fue una conversación tal que:
-Hey, ¿eres María Dueñas?
-Eh, sí, soy yo.
-Tengo tu libro en la maleta para la firma.
-Ah, pues luego nos vemos.
Pero no nos vimos, porque la cola era tan amedrentadora que decidí dejarlo para otra ocasión XD. Siguiendo con el orden en el que ocurrió todo, fuimos a la caseta de Isabel Keats y me firmó Algo más que vecinos y Cuéntaselo a otra. Luego nos dimos un paseíto a la caseta de El corte inglés, en la otra punta, para comprar Todo lo que desees, tras lo cual wasapeé a Mar Vaquerizo y me encontré con ella para que me lo firmara (me regaló un llaverito).
Mi idea era comprar uno de los dos libros que no tengo de Javier Romero, pero me enteré que la caseta donde los vendían estaba en la otra punta y no tenía ya fuerzas para recorrer medio Retiro para ahorrarme unos centimillos... Así que vinieron las despedidas interminables y es que, cuando dejabas a una persona, ¡te encontrabas con otro conocido! Es lo que tiene el último finde de feria... Pero finalmente abandoné el Retiro, un poco saturada de feria. No tardaría en echarla de menos, sin embargo, como todos los años ^^.