De qué va: Haciéndose pasar por un comerciante de gemas, Charles Sobhraj, su cómplice y su novia Marie-Andrée Leclerc llevaron a cabo una serie de crímenes en diferentes lugares de Asia frecuentados por hippies para robarles su identidad y su dinero. Cuando Herman Knippenberg, un diplomático de la embajada holandesa en Bangkok, comienza a investigar la desaparición de una pareja, se encuentra con que forman parte de esta trama de asesinatos y decide detenerlos a pesar de la pasividad de las autoridades locales y de la oposición de su jefe.
A mí me ha parecido: pasable (2/5).
Por qué: Le cuesta muchísimo arrancar. De hecho, los tres primeros episodios son un pestiño, con tanto flashback y tan pocos avances. Pero tiene un punto que te hace mantener el interés y poco a poco va cogiendo ritmo. También ayuda el morbo de saber que está basado en hechos reales, por supuesto, además del extraño magnetismo del personaje principal, que droga y mata a sus víctimas sin ningún remordimiento. Cuesta, sin embargo, creerse esa lealtad incuestionable de su novia y su cómplice, que están un poco desdibujados.
Aunque los actores que interpretan a los malos no me convencieron, los que interpretan al diplomático y a quienes le ayudan, como los vecinos de los asesinos, sí que me gustaron y le dieron más dinamismo a la trama. De hecho, en el momento en que ellos empiezan a tener más presencia es cuando la trama despega un poco. El desarrollo de Herman es el más interesante y sorprende el empeño con el que se vuelca en el caso, aunque no sea de su competencia.
La ambientación de la época también tiene su gracia y se nota que está muy cuidada en los detalles más insignificantes, además de muy documentada.
Aun así, como ya he dicho, la forma de contar la historia no es muy acertada y tiene serios problemas de ritmo, no solo por los flashbacks innecesarios, sino por lo lenta que resulta en algunos momentos. Tanto, que hasta la tensión acaba por diluirse al intentar mantenerlo tanto tiempo. A veces me saturaba cuando veía varios episodios seguidos, así que necesitaba descansos y me costó acabarla, aunque solo tiene ocho episodios.
Así que, aunque no la llegué a abandonar, porque me picó la curiosidad y me resultó interesante, no le puedo dar una gran puntuación porque me aburrió en bastantes tramos, especialmente al principio.
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