Hasta hace poco, ni siquiera conocía este museo. Poca gente en Madrid lo conoce, de hecho, aunque tiene obras de grandes autores y está en pleno centro lo cual lo hace aún más sorprendente. Así que, cuando empezaron a hablarme de lo bueno que era y de que merece la pena, decidí pasarme para ver qué tal y, de verdad, la merece.
La primera planta está dedicada a los grandes pintores como Goya, Zurbarán, Pereda, Van Loo, Rubens... Sí, mucho nombre que suena, y no son precisamente obras de segunda categoría, ¡por eso me sorprende tanto! Lo que más me gusta es que casi cada cuadro tiene un cartelito explicativo al lado, por si te interesa saber más sobre la escena o sobre el que la pintó.
La segunda planta es un poco más ecléctica, tiene artes decorativas (los relieves en miniatura son una pasada), escultura (tienen hasta cosas traídas de Herculano), arquitectura... Todas con su cartel, y en la de arquitectura había hasta folletos explicativos.
En la tercera planta predomina un arte más moderno, desde impresionistas como Sorolla y Cecilio Plá hasta obras más actuales, algunas de las cuales no hay manera de entenderlas. Es la planta que menos me gustó por una mera cuestión personal: el arte moderno no me va demasiado. Soy más de Prado que de Reina Sofía.
Si algún fallo hay que sacarle, es que algunas veces no está del todo bien señalizado y no sabes bien por dónde ir, y que a veces tienes que volver a andar lo recorrido porque acaban las salas y para ver las siguientes hay que retroceder, pero es algo secundario. La visita me llevó unas dos horas y media en total, leyendo solo los carteles que me interesaban, y lo cierto es que la disfruté mucho. Además, me salió gratis. Alguna ventaja tenía que tener estar en el paro.
En definitiva, es una visita muy recomendable, a la altura de otros museos más famosos.
Interesante entrada. Se lo podríamos recomendar a una amiga que está por Madrid ahora :)
ResponderEliminarA nosotras nos pilla lejos jeje.
Saludos!
Es una visita genial
Eliminar