Género: novela distópica
Autora: Blanca Bettschen
Editorial: Algaida
Sinopsis breve: Lena vive cada día en una rutina de pura supervivencia en un continente europeo devastado por la sequía, hasta que llega su nuevo jefe y comienza con él una relación.
Cuestiones de marketing que me han llamado la atención: la novela ganó el premio Kutxa Ciudad de Irún.
Mi puntuación para este libro es...
¿Por qué esa puntuación?: casi no pasa nada y es una historia lenta, pero interesante, hasta logró engancharme, quizás por la escalofriante situación de sequía extrema, de medidas cada vez más duras para racionar el agua (que parece que se aceptan al insertarse gradualmente) y aun así de esperanza, aunque todo vaya cada vez peor. La protagonista es así y, aunque se deja llevar por la inercia y no tiene iniciativa, es fácil de comprender, al estar narrado todo desde su punto de vista. Nos cuenta su presente, su relación con su jefe (que va genial aunque está en stand by) pero también su pasado (especialmente el abandono de su hermano, que la dejó sola con su padre para marcharse a otro país en busca de un futuro mejor, cosa que la marcó y sigue influyendo en su presente) y pinceladas de cómo la situación social ha ido cambiando.
El resto de personajes también son interesantes y bien definidos, además, toma caminos inesperados. Eso sí, todavía no decidi si me gustó el final o no, aunque reconozco que es oportuno.
Autora: Blanca Bettschen
Editorial: Algaida
Sinopsis breve: Lena vive cada día en una rutina de pura supervivencia en un continente europeo devastado por la sequía, hasta que llega su nuevo jefe y comienza con él una relación.
Cuestiones de marketing que me han llamado la atención: la novela ganó el premio Kutxa Ciudad de Irún.
Mi puntuación para este libro es...
¿Por qué esa puntuación?: casi no pasa nada y es una historia lenta, pero interesante, hasta logró engancharme, quizás por la escalofriante situación de sequía extrema, de medidas cada vez más duras para racionar el agua (que parece que se aceptan al insertarse gradualmente) y aun así de esperanza, aunque todo vaya cada vez peor. La protagonista es así y, aunque se deja llevar por la inercia y no tiene iniciativa, es fácil de comprender, al estar narrado todo desde su punto de vista. Nos cuenta su presente, su relación con su jefe (que va genial aunque está en stand by) pero también su pasado (especialmente el abandono de su hermano, que la dejó sola con su padre para marcharse a otro país en busca de un futuro mejor, cosa que la marcó y sigue influyendo en su presente) y pinceladas de cómo la situación social ha ido cambiando.
El resto de personajes también son interesantes y bien definidos, además, toma caminos inesperados. Eso sí, todavía no decidi si me gustó el final o no, aunque reconozco que es oportuno.
¡Hola! Me alegra de que sea una novela de la que has podido disfrutar a pesar de que se te haya podido hacer lenta por momentos. Lo que más me llama la atención es el tema de la sequía, pero tampoco me da la sensación de que sea el motor que mueve la historia realmente, así que en esta ocasión no creo que me anime.
ResponderEliminar¡Nos leemos!
En realidad, la sequía lo impregna todo y es el motor de la historia y los personajes.
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