El pasado día 1 de diciembre, aprovechando que presentaba mi libro, Amigos o algo más, en Alcalá de Henares, decidí hacer una escapada por la ciudad (podréis ver la crónica en escribolee en breve) y una de las visitas fue este museo de entrada gratuita. Por supuesto, no tiene tantísimas piezas como el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, pero aun así merece mucho la pena visitarlo.
La exposición está dividida en dos plantas y sigue un orden cronológico bastante fácil de seguir, aun sin el plano que te dan a la entrada. Como ya he dicho, no tiene un grandísimo número de piezas, pero sí tiene algo que hace especial la visita: está todo muy bien explicado, con esquemas cuando resulta necesario y con elementos interactivos en varias partes. Además, al estar en un edificio antiguo (el Convento de los frailes dominicos de la Madre de Dios), el interior es espectacular.
Las piezas están centradas en Madrid y abarcan desde la prehistoria, con todas sus etapas y evolución perfectamente explicadas, hasta el Madrid cortesano, pasando por las primeras ciudades, la llegada de los romanos, la ocupación musulmana y la Edad Media. Cuando más atrás en el tiempo, más desarrollado está todo, y esa es la única pega que le pongo al museo: que me hubiera gustado más del resto de épocas.
Y después de ver esto nos encontramos con la tienda y la salida del museo, que nos dejó muy buen sabor de boca.
La exposición está dividida en dos plantas y sigue un orden cronológico bastante fácil de seguir, aun sin el plano que te dan a la entrada. Como ya he dicho, no tiene un grandísimo número de piezas, pero sí tiene algo que hace especial la visita: está todo muy bien explicado, con esquemas cuando resulta necesario y con elementos interactivos en varias partes. Además, al estar en un edificio antiguo (el Convento de los frailes dominicos de la Madre de Dios), el interior es espectacular.
Las piezas están centradas en Madrid y abarcan desde la prehistoria, con todas sus etapas y evolución perfectamente explicadas, hasta el Madrid cortesano, pasando por las primeras ciudades, la llegada de los romanos, la ocupación musulmana y la Edad Media. Cuando más atrás en el tiempo, más desarrollado está todo, y esa es la única pega que le pongo al museo: que me hubiera gustado más del resto de épocas.
Exposición temporal: La revolución Neolítica
Al finalizar, había una exposición temporal en colaboración con un museo catalán que hablaba sobre el poblado de la Draga en Banyoles, en cuyas excavaciones se han conservado todo tipo de restos arqueológicos de gran impacto. Hay desde entrevistas a los descubridores hasta la muestra de piezas y su análisis sobre cómo debía ser la vida en ese poblado.Y después de ver esto nos encontramos con la tienda y la salida del museo, que nos dejó muy buen sabor de boca.
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