Autor: David Prieto
Editorial: grupo Ajec
Género: novela de fantasía
Cómo lo adquirí: me tocó en un concurso
Comprarlo: está descatalogado por la editorial y no lo encontré por ningún lado.
Sinopsis breve: habla de las aventuras de un grupo de aventureros al servicio del Anciano, de la Orden de Athiel (no puedo decir mucho más sin chafar el libro).
Cuestiones del marketing que me han llamado la atención (para bien o para mal):
La portada me parece realmente horrorosa. Si soy sincera, de haberla visto en una librería ni siquiera me habría molestado en leer el argumento, y mucho menos en comprarlo. No atrae para nada, más bien lo contrario. El interior sí está bien cuidado, con una tipografía muy fácil de leer y buena gestión de los blancos.
El blog del autor satura un poco en la parte de la cabecera (¿he mencionado ya lo poco que me gusta el verde?) pero los contenidos son interesantes y os recomiendo que os paséis. En cuanto a la página de la editorial (que está pasando por malos momentos económicamente) debería tener una cabecera más grande y más legibilidad en la barra de navegación superior (sé que soy una tiquismiquis, pero para eso llevo 3 años estudiando publicidad). Además, eché en falta un motor de búsqueda y me costó llegar hasta donde quería (findability pésima).
Mi puntuación:
¿Por qué esa puntuación?: es un libro que engancha, (probablemente, cuando mis ingresos lo permitan, me compre la segunda parte).
Al principio el argumento es un poco lioso, pero una vez que vas avanzando ya te enteras mejor. En cuanto a los personajes, me caen todos bien excepto el sacerdote, Falstaff. No sé por qué, le cogí manía casi desde el principio.
El mundo creado es bastante interesante, con una historia y unas características propias que vas descubriendo poco a poco, aunque como he dicho al principio uno se lía bastante precisamente porque te van dando la información con cuentagotas.
En cuanto a la narración, no está mal, pero le falta algo. No sabría decir qué. Además, una cosa que he detestado: alguien debería decirle al responsable de la corrección (si es que hay) o al autor (si no hay responsable de la corrección) que por qué, porque y porqué son tres cosas diferentes. Las faltas de ortografía no las trago (y menos si son reiteradas).
Información adicional:
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