El pasado fin de semana había dos eventos: el Madrid Otaku y el Festival de Fantasía de Fuenlabrada. La elección de cuál visitar fue tan fácil como consultar el programa: mientras que el primero apenas tenía cosas, el FFF de este año tenía actividades interesantes en todas y cada una de las franjas horarias del sábado. Así pues, allá que fui, para pasar buena parte del día.
La primera actividad a la que asistí era Desayunos LIJeros, organizada por la Asociación Página en Blanco, donde nos daban de desayunar (como ya lo había hecho en casa, solo tomé un zumo) mientras Antonio Martín Morales, Santiago García-Clairac, David Jasso, Roberto Malo, Gabriella Campbell y José Antonio Cotrina hablaban del panorama de la literatura juvenil, de la fantasía en general, del público infantil y juvenil en comparación con el adulto...
Luego, me llamaba la atención el taller de librojuegos, organizado por la editorial Suseya. El programa daba entender que era a partir de 9 años, pero yo tengo más de 9, así que decidí pasarme. Al final, éramos todos adultos y hablamos del fenómeno (que lamentablemente ya no es tal), de los tipos que hay, de estrategias para crearlos... Como sabéis, yo una vez hice uno, La búsqueda de Khalawest, pero hay que reformarlo, así que me vino muy bien. Por no hablar de que tengo algo en mente para Incursores de la noche...
Cuando acabó el taller de librojuegos empezó el de Animales Fantásticos y cómo dibujarlos, de Chema de la Fuente. Nos fue explicando mientras dibujaba a tiempo real el paso a paso del diseño de personajes fantásticos, desde la silueta inicial hasta la entrada en detalles, el sombreado y el proceso para colorear, los pinceles...
Ahí se acabó la mañana del Festival y me fui a casa a comer (no me iba a quedar en Fuenla hasta las cinco con ese calorazo) para reponer fuerzas hasta la tarde.
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