En mi Instagram tenéis todas las fotos que tomé tanto del exterior como de las partes interiores que se permiten fotografiar, así como curiosidades históricas sobre el palacio y alrededores. No las pongo por aquí porque insertar las imágenes enlentece mucho la carga de la entrada y aquí me voy a centrar más en lo que pagué por visitar.
Palacio desde la plaza de Oriente |
Lo primero que tengo que decir sobre la visita es que, si vais en sábado, madruguéis. Mucho. Yo llegué a eso de las 10:30 y me tuve que tragar más de media hora de cola con un espantoso acordeonista (instrumento que no me ha gustado nunca) tocando (fatal) canciones horribles con un amplificador que superaba a la música de mi mp3. Moraleja: o entre semana, o mucho madrugar.
Había tres cosas que visitar, e iré por orden de importancia:
El interior del Palacio
Básicamente es un recorrido por las salas más importantes (incluyendo las de recepciones, salón del trono, capilla, comedor...) y algunas colecciones (vajillas, stradivarius...). Algunas salas me gustaron bastante (la que más, el Salón Gasparini), aunque todas pecaban de lo mismo: los carteles informativos apenas te contaban algo más que quién decoró la sala y para qué se usaba, sin apenas historia y sin hablar más que de forma superficial (si se hablaba) de los objetos que contenían. Entiendo que quieran vender audioguías, pero hay una fina línea entre darle un valor añadido a la audioguía/las visitas guiadas y dejar al público pobre con la sensación de que no ha aprendido casi nada. No sé vosotros, pero yo, si pago 11€ por una entrada a un museo (lo cual me parece carísimo), espero salir con muchos datos nuevos en la cabeza, no con cuatro tonterías sin interés. Vamos, que en ese sentido fue decepcionante.
La Real Armería
Es, sin lugar a dudas, la mejor parte de la visita, no solo por la gran cantidad de armas y armaduras (casi todas blancas, no de fuego) que se pueden encontrar, sino por cómo estaba organizado (lo mejor, las armaduras completas de caballo con jinete) y porque dan muchos más datos históricos sobre las mismas. Esta parte merece la pena de verdad, que no se la pierda nadie, es fácil despistarse porque está en un rincón distinto a la visita "oficial" que recorre las estancias del palacio.
Exposición temporal: Carlos III, majestad y ornato
Hace un recorrido de cuadros, habitaciones y cosas que este rey mandó hacer. Incluso tiene su cámara mortuoria. La mejor parte: la del tallado del mármol. Una pasada. No obstante, nuevamente, esta exposición me pareció muy pobre en cuanto a los datos históricos que se proporcionaban. Apenas se dan esbozos de alguna de las facetas del rey y no entra en detalles jugosos. Dado que es un monográfico, una espera que se profundice, no que se queden en la superficie.
Conclusión de la visita
Al final, mi conclusión ha sido: está bien... para verlo una vez, y si vas con bajas expectativas en cuanto a los carteles explicativos. Y es que resulta caro para lo que ofrece, aunque digamos que es visita obligada. Salvo por la armería, me resultó un tanto decepcionante.
P.D: Visité el Palacio un mes antes de que se inauguraran las cocinas, así que no puedo deciros qué tal están.
P.D: Visité el Palacio un mes antes de que se inauguraran las cocinas, así que no puedo deciros qué tal están.
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