Título original: Inventing Anna
Género: serie basada en hechos reales
De qué va: Una periodista investiga el caso de Anna Delvey, una supuesta heredera alemana que le robó el corazón y el dinero a la élite social de Nueva York.
A mí me ha parecido: curiosa (3/5).
Por qué: Debo decir que, cuando vi la serie, no sabía que se basaba en hechos reales. Es el típico argumento con un personaje brillante y carismático que parece sacado de la imaginación de los guionistas, pero ocurrió de verdad.
Género: serie basada en hechos reales
De qué va: Una periodista investiga el caso de Anna Delvey, una supuesta heredera alemana que le robó el corazón y el dinero a la élite social de Nueva York.
A mí me ha parecido: curiosa (3/5).
Por qué: Debo decir que, cuando vi la serie, no sabía que se basaba en hechos reales. Es el típico argumento con un personaje brillante y carismático que parece sacado de la imaginación de los guionistas, pero ocurrió de verdad.
A lo largo de los 9 episodios acompañamos a una periodista que se ha empeñado en investigar el caso, uno que no llama la atención de sus compañeros. Tiene una gran necesidad de conseguir algo gordo, porque su reputación quedó en entredicho y además está embarazada, sintiendo que tiene que solucionar eso antes de que nazca el bebé.
Los episodios son largos y hay veces que se hacen pesados, pero aun así sientes curiosidad. No puedes evitar dudar si Anna es quien dice ser, ya que su comportamiento es totalmente el del personaje que interpreta. Llega un punto en que no hay dudas, pero surgen otros interrogantes que mantienen la curiosidad, aunque se hubiera beneficiado de unos capítulos más cortos y más al grano.
Además, tiene cotilleos de la élite de Nueva York y es fascinante cómo funcionan y sus dinámicas, así como la facilidad para engañarlos una vez que estás dentro de su círculo.
En definitiva, no es una serie que volvería a ver, pero me alegro de haberla visto.
Los episodios son largos y hay veces que se hacen pesados, pero aun así sientes curiosidad. No puedes evitar dudar si Anna es quien dice ser, ya que su comportamiento es totalmente el del personaje que interpreta. Llega un punto en que no hay dudas, pero surgen otros interrogantes que mantienen la curiosidad, aunque se hubiera beneficiado de unos capítulos más cortos y más al grano.
Además, tiene cotilleos de la élite de Nueva York y es fascinante cómo funcionan y sus dinámicas, así como la facilidad para engañarlos una vez que estás dentro de su círculo.
En definitiva, no es una serie que volvería a ver, pero me alegro de haberla visto.
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