Visita la web de la escritora Déborah F. Muñoz¿No quieres perderte nada?
Aparte de mi web y de mi blog de relatos y aventuras, puedes apuntarte a la newsletter o seguirme en Twitter, Facebook, Instagram o Tiktok

martes, 17 de febrero de 2015

30 meses 30 libros: mes 29

Para este mes tocaba hablar de un libro que no entendí. Solo ha habido un libro en mi vida que no entendí, un ejemplar de prosa poética vanguardista alemana, pero no recuerdo el título. Así que paso al mes 29: un libro de mi infancia.
Mi infancia lectora fue muy extraña. Siempre he leído libros que estaban por encima de mi edad en varios años. De hecho, a mitad de la primaria ya me estaba leyendo libros completamente adultos, casi todos de suspense. No leí más libros de mi edad que los que nos obligaban a leer en el colegio. Y de esos solo me acuerdo de uno (y ni siquiera sé si me gustó): Fray Perico y su borrico.
Creo recordar también haber leído Bajo la sombra de la gran pirámide un par de veces (tres años antes de que fuera mi lectura obligatoria ya me lo había leído por mi cuenta).
Pero vamos, los verdaderos libros de mi infancia, los que leía por iniciativa propia, sin que nadie me obligara y sin que un adulto me presionara para que me leyera algo más "acorde a mi edad" (mi familia fue muy flexible en ese aspecto, no así mis profesores, los bibliotecarios o incluso los libreros) fueron la bibliografía completa de Mary Higgings Clark y otros libros de mi madre como Philadelphia, Love story... 
Como anécdota, contaré que en 5º o 6º de primaria, durante el día del libro, nos dijeron que lleváramos un fragmento que nos hubiera gustado mucho para leerlo en voz alta. Y yo me puse a leer en voz alta una escena de Philadelphia. Me dio tiempo a leer poco antes de que me interrumpieran, supongo que lo que tardaron en reaccionar y en darse cuenta de que lo que había empezado a leer era la escena en la que el abogado gay, Andrew, dice sus últimas palabras antes de morir por el sida. Apuesto a que eso no se lo esperaban. Desde luego, en mi clase no volvieron a realizar ese tipo de iniciativas y ahora me siento un poco culpable... Pero leñe, es que esa escena es brillante XD
Cómics más "infantiles" (releerlos desde la perspectiva de adulta me hace dudar seriamente de que muchos de ellos sean realmente infantiles), como Dragon Ball (llegué hasta el final) sí que leí, pero tampoco demasiados.
Y esa es mi extraña infancia lectora. No sorprenderá a nadie que odiara tanto los libros que me mandaban leer en el cole. El género juvenil no lo redescubrí hasta el bachillerato y no he leído libros infantiles hasta hace un par de años. Seguro que si me hubieran mandado los libros buenos en su momento, hubiera dado oportunidad a más títulos... en el momento en el que tocaba leerlos.

30 meses, 30 libros:
 MES 1 -Tu libro favorito 
  MES 2 - Un libro que odiaste
MES 3 - Un libro que te hizo feliz
MES 4 - Un libro que te hizo llorar
MES 5 - Un libro que te recuerde a alguien
MES 6 - Un libro que te recuerde un lugar
MES 7 - Un libro que te recuerde un suceso específico
MES 8 - Un libro del que te sepas muchas líneas.
MES 9 - Un personaje de un libro que siempre quisiste ser.
MES 10 - Un libro con el que te hayas quedado dormido.
MES 11 - Un libro de tu autor favorito.
MES 12 - Un libro de un autor que odies.
MES 13 - Una novela.
MES 14 - Un romance.
MES 15 - Un libro que te haya asustado o dado miedo.
MES 16 - Un libro que hayas leído más de una vez.
MES 17 - Un libro que hayas perdido. 
 MES 18 - Un libro que todos deberían de leer, pero nadie ha leído.
MES 19 - Un libro de cuyo personaje darías millones para que existiera
MES 20 - Un libro de tu poeta favorito.
MES 21 - Una comedia.
MES 22 - Un drama.
MES 23 - Una enciclopedia.
MES 24 - Un libro que nunca pudiste terminar.
MES 25 - Un libro que te maraville.
MES 26 - Un libro que leíste y luego hicieron película.
MES 27 - Un libro que siempre has querido leer pero no lo has hecho.
MES 28 - Un libro que no entendiste
MES 30 - Un libro que esperaste (o has esperado mucho) su lanzamiento 
 Follow on Bloglovin

5 comentarios:

  1. Jajajaja bonita anédota... se le quitaron las ganas claro!!!
    Saludos!

    ResponderEliminar
  2. jajaja ¡muy curioso! Yo más o menos sí que leía libros adaptados a mi edad y tengo muy buenos recuerdos de Fray Perico, me lo pasaba pipa =)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo me acuerdo del trabajo que nos hicieron hacer (dibujos con las fichas de los frailes) pero nada más.

      Eliminar
  3. jajajaja!!! tremenda lectura xD!!
    Yo leía los libros de mi edad, pocas paginas y todos felices y muy coloridos hasta que con 11 años descubrí a Julio Verne, desde ahí no paré.
    Besos.

    ResponderEliminar

¡Mi opinión no es única! Da la tuya: eso sí, con educación. Si has reseñado los libros que comento puedes mandar el link para que lo enlace también. No permito enlaces no relacionados con la entrada.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

¡No olvides dar tu feedback! (me ayuda a mejorar)