Crónica: Presentación de Bajo tu luna

Necesitaba cambiar de aires y decidí pasarme por la presentación de Bajo tu luna a pesar de que llevaba una semana de locura y que no tenía el libro (como siempre, por mi presupuesto limitado y por mi empecinamiento en cumplir con lo de no comprar o adquirir más de un libro por cada cinco leídos; por cierto, cuando se hizo la presentación había logrado reducir mi lista de pendientes a 110, toda una hazaña). Había otra en Callao unos días más tardes pero, sinceramente, irse a esa zona tan cerca de la Navidad es lo más parecido a sentirse como una sardina enlatada, así que pasé.

Llegué un poco pillada (cualquiera diría que, haciéndose en Parquesur y siendo yo de Alcorcón, tardaría menos en llegar que a Callao... pues no), pero no había empezado y pude sentarme en segunda fila tras saludar a la autora (os recuerdo que ya fui a una presentación suya, la de  El secreto del valle de las sombras ).

Tras ponernos el booktrailer, empezó la presentación. Acompañaban a la autora Raven Stalk y Sara Cáceres, que hablaron de lo que les había parecido el libro y le hicieron varias preguntas. Se trata de una historia romántica juvenil que trata temas como el acoso escolar o la discapacidad. La protagonista, al ver a su amiga víctima del acoso, decide crear un perfil falso de facebook para darle su merecido a los acosadores, pero no todo son blancos y negros. Hay varios diarios dentro del libro, escritos por la protagonista, y Ana juega con el lenguaje al tratarlos.

Se habló también de la portada, de cómo escribe la autora (hace un puzzle, escribe a cachos y además varias novelas a la vez) y que le gusta cambiar de género. También me enteré de que Palabras de agua es su editorial y que le dio la novela a sus compañeros para que la aprobaran sin que supieran que era de ella.

Yo le pregunté por la psicología de los personajes, no ya de los que están en papel de víctima sino de los acosadores. También me interesé por la segunda parte de El secreto del valle de las sombras, que según ella estará para el año que viene (¡por fin, cuánto odio esperar para saber cómo termina una historia!).

La presentación acabó y yo me quedé por ahí haciendo tiempo hasta las 8.30 (y justo ese día no me apetecía leer, tiene narices, así que estuve un buen rato mirando a las musarañas). Pero al final se cambiaron los planes y tuve que despedirme de la autora porque me tocaba ir a la otra punta del mundo.