Ventajas e inconvenientes de hacer decenas de libros/juegos/cómics... ambientados en el mismo mundo.

Seamos claros, a la hora de hacer marketing los tipos de los juegos de rol y estrategia son unos hachas. Crean un mundo o un juego y, si tiene éxito, lo explotan al maximo... lo cual incluye el mundillo literario y del cómic. Sólo hay que ver Warcraft, Warhammer, Magic, Shadowrun y, por supuesto, los Reinos olvidados y la Dragonlance. 

Es lógico, por otra parte. Es fácil que la clase de personas que juegan a esos juegos sea también la clase de gente que lee esa clase de cosas. Además, el que ha disfrutado como un enano con los juegos está predispuesto a leer los libros o cómics. Y viceversa. Es un salto natural. Y natural es que tengan a unos cuantos escritores, que por lo general han jugado alguna vez al juego, para ir montando historias literarias alrededor del mundo en cuestión. Todos ganan: el creador del juego se forra, el autor gana notoriedad y unas buenas perras, y el lector tiene material para pasar el rato hasta la nueva expansión de su juego favorito. 

Esto tiene sus pros y sus contras, claro. Los pros son evidentes: 

—El lector no tiene que estar recordando reglas nuevas cada vez que coge un nuevo libro. Reconozcámoslo, es un coñazo. Cada mundo de fantasía tiene sus propias reglas, sus propias razas, sus propios mapas... llega el momento en que no recuerdas algunos detalles. 

—Al lector suele gustarle saber qué ha sido de los protagonistas y descendientes de sus libros favoritos, aunque en el nuevo libro no aparezcan como protagonistas. 

—Al haber varios escritores, es raro que te canses de cómo escriben. 

—Se ofrece la posibilidad de ampliar información de lo que pasó antes o paralelamente a la historia. 

—Hay mayor riqueza, porque existe la posibilidad de centrarse en razas, tipos de magia, personajes y lugares apenas mencionados en la trama principal pero que tienen mucho potencial. 

—Puedes decidir cómo y cuándo parar, porque la colección generalmente está dividida en, como mucho, pentalogías.
—Están planteados para que puedas leerlos sueltos sin problema, y para que los entiendas sin necesidad de leer el resto.

—Es un atajo en la toma de decisiones. Ante unos estantes saturados, es muy fácil ir directamente al nuevo libro de la saga que sigues. 

Los contras y los obstáculos para estos libros son también importantes: 

—Sale caro, especialmente si te aficionas a la saga cuando lleva mucho tiempo empezada y quieres leerlos todos. 

—Algunos libros son, directamente, de puro relleno. Eso es especialmente acusado en la Dragonlance. De Reinos olvidados puedo decir que no me he topado con ninguno de relleno, aunque sí con alguno poco inspirado. 

—En España han interrumpido casi todas, y resulta complicado encontrar ejemplares que no pertenezcan a la trama principal o a los personajes más conocidos. 

—Al haber distinos autores hay algunas disonancias. Es cierto que hay reglas fijas, pero parece que cada cual las interpreta a su conveniencia. Especial problema es cuando cambian al autor en medio de una trilogía. 

—A veces, si un autor usa un personajes que creó otro, no capta su esencia bien y se lo carga. Eso puede cabrear mucho al lector, y más si dicho personaje es de sus favoritos. 

¿Y vosotros? ¿Seguís alguna colección de estas? ¿Estáis de acuerdo?