Llegué justo a la hora, aunque había salido con tiempo y cogí los trenes bien, por lo que no tuve tiempo de pasearme por la sección de libros de Fnac, como había sido mi intención. Saludé a las caras conocidas y me senté, cansada por la carrera (¿otra vez a la carrera? qué novedad...).
La primera presentación fue la de Karol Scandiu y un poeta, moderada por Irene Comendador. La verdad es que la obra de ambos no tiene nada que ver y me chocó un poco, pero creo que las dos primeras presentaciones eran un poco un cajón de sastre. Bueno, el caso es que no se dieron noticias jugosas ni Karol contó nada que no dijera en la presentación de El diario oscuro. En cuanto al poeta, leyó tres poemas, uno de ellos, según él, nunca se ha leído ni volverá a leerse en voz alta.
La siguiente presentación fue la de Virginia Pérez Dela Puente y Daniel Pérez Espinosa. La verdad, me llamaron la atención ambos autores. Ella, porque escribe fantasía (y ya sabéis que mi género favorito es ese) y me pareció interesante lo que contó sobre sus libros. Él, porque escribe cosas que se salen bastante de lo común y eso también es algo que me atrae bastante.
Cuando esta acabó salimos un ratillo a estirar las piernas (demasiado tiempo sentadas en sillones sin respaldo) pero nos quedamos cerquita, buscando a alguien que repusiera El diario oscuro, cosa que fue imposible porque se había acabado. Nos perdimos un cachito de la presentación de Alfonso Zamora, con De Madrid al zielo, de zombies. Me pareció curioso que estuviera ambientado en Madrid y que usara de personajes a sus conocidos, a los que se carga en más de una ocasión.
Nota: A partir de ahí todo fueron zombies (podrían haber alternado un poquito...). No he leído nada del género, no por falta de ganas sino por falta de presupuesto, pero tarde o temprano acabaré haciéndolo...
La siguiente fue la de Victor Blázquez, un hombre bastante majo, y Cristina Caviedes. Por supuesto, aunque necesitaba tomar el aire (el sitio era pequeño, se oía de fondo el runrún de la cafetería y para colmo hacía calor) me quedé a verles. Hablaron de El cuarto jinete y su secuela (El cuarto jinete: apocalipsis), además de Postales desde el fin del mundo (reseña aquí).
Un ratito de descanso y después se presentó la asociación. Esta parte era la que más me interesaba, más que nada porque se iba a fallar el concurso de relatos, en el que yo participé con mi primer relato de terror. Por supuesto no quedé ni finalista, pero teniendo en cuenta que lo hice en cinco minutos tampoco esperaba mucho... También se habló de la antología 200 baldosas al infierno; de la revista Esmater, que harán entre los socios; de los ilustradores que forman parte de la asociación... Y se anunció que va a salir una nueva antología, esta vez de leyendas urbanas.
Luego hubo un nuevo descanso y al fin se acabó todo con la presentación (tras un rato de problemas técnicos porque había desaparecido el del sonido) de Joe Álamo y la segunda parte de Tom Z Stone, una mezcla del género negro con el género zombie bastante premiada. En cuanto acabó me fui a casita: el cansancio pudo conmigo y con un trayecto tan largo tampoco podía alargarme mucho más.
La verdad es que fue una tarde muy interesante y entretenida, pero falló, sobre todo, el sitio: con el calor que hacía, el ruido de fondo de la cafetería y la falta de respaldos en los asientos... uno acaba muerto.
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