Dado que no calculo con la renfe, cogí un tren pensando en todos los imprevistos que podían surgir y llegué (ojo al dato) veinte minutos antes. No fue inconveniente, porque era en la fnac y veinte minutos no me dan ni para inspeccionar todos los libros que me llaman la atención de las estanterías de una sección. Me dio tiempo, eso sí, para echar un vistazo rápido al tamaño de la letra de las novedades que más me atraían (véase ¿Cómo elijo los libros que me compro?) y para comprarme el libro (que irónicamente tiene una letra y un interlineado gigantes, o sea, que me lo he leído en una sentada), evitando así que me pasara como en la presentación de Los príncipes azules también destiñen (es decir, tirarme tres horas en la cola para firmas).
Luego me bajé y me desplomé en una de las sillas (llegados a este punto es conveniente señalar que estaba con fiebre, pero que Daniel Ojeda se había puesto taaan pesado con ese libro, porque hasta le brillaban los ojos cuando hablaba de él, que decidí que una minucia como un catarro no podía evitar que me pasara por allí) desde donde saludé a todos los conocidos de mi alrededor (y a los que pasaban).
A todo esto, me doy cuenta de que os he soltado dos parrafazos de rollo que no viene del todo a cuento. Paso a hablar de la presentación.
Con un tono bastante entretenido que evitó que se hiciera pesada la charla y su posterior traducción (es lo que tiene saber inglés, que una oye lo mismo dos veces en las presentaciones con autores en ese idioma) se habló sobre el libro, y cómo la blogosfera se había volcado con él, de los personajes (el protagonista masculino se le apareció en un sueño y dejó la novela que estaba escribendo, en la que estaba bloqueada, para hacer esta) y su origen, de la forma de trabajar de la autora (se documentó sobre París mediante libros)... y de que ya se ha firmado que se traerá a España el siguiente libro, que se puede leer de forma independiente y que tratará sobre Lola (¿...?), personaje sobre el que se hicieron muchas referencias a lo largo de la presentación.
Con un tono bastante entretenido que evitó que se hiciera pesada la charla y su posterior traducción (es lo que tiene saber inglés, que una oye lo mismo dos veces en las presentaciones con autores en ese idioma) se habló sobre el libro, y cómo la blogosfera se había volcado con él, de los personajes (el protagonista masculino se le apareció en un sueño y dejó la novela que estaba escribendo, en la que estaba bloqueada, para hacer esta) y su origen, de la forma de trabajar de la autora (se documentó sobre París mediante libros)... y de que ya se ha firmado que se traerá a España el siguiente libro, que se puede leer de forma independiente y que tratará sobre Lola (¿...?), personaje sobre el que se hicieron muchas referencias a lo largo de la presentación.
Luego llegaron las firmas y me puse de las primeras, así que no se alargó. Por suerte, la otra cola, en la que nos dieron unas preciosas libretas, iba rápido. Tras un ratito de charla (la fiebre no me permitió quedarme mucho más, me sentía a punto de desplomarme), me marché.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Mi opinión no es única! Da la tuya: eso sí, con educación. Si has reseñado los libros que comento puedes mandar el link para que lo enlace también. No permito enlaces no relacionados con la entrada.