Autor: Scott Westerfeld
Editorial: montena
Cómo lo adquirí: lo descargué y luego lo compré.
Sinopsis breve: Aya vive en una ciudad con una economía en que, a más fama, más privilegios. El problema es que es una extra, y busca algo que la catapulte. Cuando conozca a las Sly Girls, verá su oportunidad… pero se está metiendo en algo gordo.
Cuestiones del marketing que me han llamado la atención: es un libro completamente independiente de los otros, aunque basado en ellos, lo cual me hace respetar mucho al autor. Dijo que era una trilogía y se quedó en una trilogía. Este libro es opcional, e incluso puedes leerlo sin haber leído los anteriores, y no sólo eso, sino que no se queda en más de lo mismo y va más allá.
El sitio web del autor es muy apropiado para los temas que trata en sus novelas, con un diseño bastante ciberpunk (su último libro va de eso) tiene muchos contenidos interesantes sobre la saga que os recomiendo.
En cuanto a portadas… menos la postmoderna (la amarilla), no me termina de gustar ninguna. La de las cabezas de Barbie en un bote fue demasiado para mí, la verdad…
Mi puntuación para este libro es...

¿Por qué esa puntuación?: el autor ha sabido crear una nueva distopía a partir del desenlace de la anterior. En esta ocasión, el tema que se trata no es el de la hermosura, sino el de la fama y hasta qué punto se está dispuesto a llegar para lograrla. La economía de fama o del mérito (lo leí en inglés, no sé qué traducción se usó por estos lares) es realmente interesante y la verdad es que me gusta casi más ^^.
Aya, a la que he cogido cariño, me recuerda mucho a la Tally del primer libro, esa Tally que, en mi opinión, en este libro demuestra estar como una verdadera cabra. Pero bueno, es secundaria, como David, Fausto y Shay. También están las Sly Girls (chicas astutas, creo que son aquí) cuya idea es precisamente ser lo más extras posibles haciendo cosas a escondidas que, de conocerse, las harían famosas. Hiro, el hermano de Aya, y Rem juegan un papel importante pero no demasiado, pasan muy desapercibidos. También imprescindible la aerocámara de Aya, que la sigue a todas partes.
El personaje que más me ha gustado es Frizz, que creó la tendencia de la Sinceridad Radical, toqueteándose el cerebro para no poder mentir ni ocultar nada nunca. Me ha parecido bastante currado y la verdad es que, por salirse de lo común, es un personaje que permanecerá en mi memoria.
Vamos, una pasada de libro, que no aburre en ningún momento (mi recomendación: no lo leáis en inglés a no ser que tengáis mucho vocabulario sobre ciencia ficción, hasta yo me vi en dificultades al principio, aunque claro, soy más de leer fantasy y novelas clásicas en inglés, así que mi vocabulario de scy-fi es muy básico…) y con un buen final. Totalmente recomendable.
Me desanimé un poco con el tercer libro (a pesar de que los temas críticos que trata me encantan) y no iba a leerme este libro, pero creo que al final sí que lo haré ^^
ResponderEliminartiene el espíritu del primero ^^
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